El Ministerio de Desarrollo Social y Familia, junto a Senadis, puso en marcha un innovador piloto que financia una silla facilitadora diseñada en Chile para potenciar la vida sexual y reproductiva de las personas con discapacidad. Esta iniciativa refuerza el compromiso del Estado por garantizar derechos fundamentales que muchas veces quedan al margen de la conversación pública.
Foto del Ministerio de Desarrollo Social y Familia: autoridades y participantes del plan piloto.
La nueva silla permite que sus usuarias y usuarios exploren su sexualidad con seguridad, autonomía e independencia. Fabricada en Chile gracias a un Capital Semilla de Corfo, esta ayuda técnica incluye apoyos ergonómicos y materiales adaptados para cubrir diversas necesidades sensoriales y motoras.
Visibilizar la dimensión sexual de las personas con discapacidad rompe tabúes y combate prejuicios que, hasta ahora, han perpetuado la idea de que la sexualidad es un lujo o un tema impropio. Cada cuerpo vive su propia experiencia y merece herramientas que favorezcan su bienestar integral.
Javiera Toro, ministra de Desarrollo Social y Familia:
“Esta iniciativa nace de la convicción de nuestro Gobierno de fortalecer la autonomía de todas las personas. No se trata de asistencialismo, sino de empoderar a cada individuo para decidir sobre su propio cuerpo. La Convención de la ONU reconoce el derecho a una vida sexual plena: hoy lo hacemos realidad.”
Karen Astorga, directora (s) de Senadis:
“Tras recibir el apoyo de Corfo, diseñamos y fabricamos esta silla en Chile. Nuestro desafío pendiente con Naciones Unidas incluye asegurarnos de que la salud sexual y reproductiva forme parte de las ayudas técnicas. Si este piloto cumple sus objetivos, lo incorporaremos a nuestro catálogo permanente.”
Paulina Bobadilla, alcaldesa de Quilicura:
“Contar con esta herramienta refuerza el trabajo de nuestro centro de rehabilitación y otorga a las personas con discapacidad la posibilidad de vivir su sexualidad en plenitud.”
Rosa López, primera beneficiaria:
“La sexualidad siempre ha sido un tema tabú. Hoy, recibir esta ayuda técnica en mi comuna significa que se reconoce nuestra condición de personas completas, con deseos y derechos.”Un llamado a la inclusión real.
Según el III ENDISC, el 17,6 % de los mayores de 18 años en Chile vive con algún tipo de discapacidad (más de 2,7 millones). Este piloto demuestra que garantizar la salud sexual no es accesorio, sino esencial para una verdadera igualdad de derechos.
HubInclusión celebra este avance y alienta a organizaciones y autoridades a replicar proyectos que reconozcan la diversidad corporal y promuevan la autonomía de todas las personas. Juntos podemos derribar barreras y construir un país más respetuoso e inclusivo.